El cielo requería la percusión de nuestro timbalero...

Hay días en los que uno quisiera abrazar tan fuerte a los hijos (en este caso mis Sobrinos, pero los amo de tal manera que solo me faltó parirlos...) para que el dolor salga de sus almas y se sequen las lágrimas...

Hoy es uno de esos días.... Mis Trujillines perdieron a un amigo, a un compañero, a su pana de gaitas y música, de charrasca y tambores... Ex-alumno del San Luis y músico de pasión y oficio... Un tiro en la cabeza, de gente que no tiene escrúpulos ni sentimientos, terminó con la vida de Roger... Que tristeza.... Que impotencia...

Quería escribir sobre este suceso, tratar de abrazar y consolar a mis Muchachitos con las palabras; pero mi Forecita se adelantó y, sin su permiso, quiero compartir con Ustedes sus sentidas palabras:

"Siempre tratando de buscar un por qué, una respuesta a todo o simplemente algún argumento que nos ayude a calmarnos…después de llorar tanto y recordar cada minuto junto a nuestro gran amigo Roger Viloria, comprendí que Dios no solo puede estar rodeado de “malandros”, no puede juntarse simplemente con gente mala o con gente mayor…Dios necesitaba un amigo, necesitaba alegría, necesitaba música, y fue así como encontré la razón por la cual el día de hoy Roger pasó de estar con nosotros a acompañar a Diosito allá en el cielo; al paraíso le hacía falta algo, el cielo requería la PERCUSIÓN de nuestro timbalero, Dios necesitaba algo de ayuda, compresión, humildad, alegría, solidaridad, compañerismo, respeto, fidelidad, disciplina y constancia, por lo que escogió a un ser que realmente reuniera estas características, decidió que nuestro gran músico pasara a deleitarnos desde las alturas…Estoy segura que Roger estará para siempre en nuestros corazones, un amigo así es imposible de olvidar, gracias por los excelentes momentos vividos…Ahora sé que Dios también necesita ángeles buenos. TE AMAMOS ROGER!"

Creo que no tengo nada más que agregar, en todo caso las lágrimas por la tristeza de mis Niños no me lo permitiría...